jueves, 26 de mayo de 2011

Claves para la lectura del capítulo sobre Baudelaire.

Trata de responder a las siguientes preguntas, o elabora una reflexión propia que contenga las cuestiones que en ellas se tratan:




1. Describe los ejes esenciales de la poesía de Baudelaire.

2. En el capítulo se presenta una determinada interpretación de la naturaleza. ¿Es próxima a la newtoniana o a la romántica? Obviamente, has de razonar la respuesta.

3. Explica qué son las correspondencias, y qué concepción de la belleza se deriva de los poemas de Baudelaire.

4. De todas las interpretaciones del mundo natural que hemos visto, ¿cuál crees que es la más acertada? ¿Por qué?

lunes, 16 de mayo de 2011

Charles Baudelaire y la naturaleza.

Baudelaire no era, precisamente, un amante de la naturaleza. De hecho, toda su poesía tiene como único centro de atención lo artificial, lo urbano. Basta con echar una ojeada al índice de Las flores del mal para percibir el poco interés que el poeta sentía por la naturaleza en estado puro. Cuando aparecen figuras naturales, como el albatros, los bosques, o los océanos, siempre lo hacen para ilustrar algún elemento urbano. Sin embargo, es posible hacer una lectura de su obra tratando de adivinar la imagen de la naturaleza que late en ella. Es lo que veremos en el siguiente capítulo.

Para trabajar el tema es necesario que repases la concepción newtoniana de la naturaleza (punto 2 D del tema 3). A continuación estudia el apartado B de la introducción al tema 4, en el que se expone la imagen romántica del mundo natural. Con este horizonte de fondo, lee el punto 1 del tema 2 del libro. En la próxima entrada daré indicaciones más concretas.

jueves, 6 de mayo de 2010

Claves para la lectura de "La náusea".


1. Trata de expliar qué significa la frase "conocer es definir", y argumenta si Sartre estaría o no de acuerdo con ella.

2. Describe cómo descubre el protagonista "la existencia" en su estado puro, sin adornos.

3. ¿Qué es el ser humano en esta obra de Sartre? ¿En qué se diferencia del resto de los seres?

4. Describe el sentimiento de náusea.

5. ¿Crees que se puede formular una ética a partir de la visión del mundo que ofrece La náusea?

6. La última visita de Roquetin al jardín insinúa otra visión de la realidad. Descríbela y señala la que más te convence y por qué.

martes, 27 de abril de 2010

Jean Paul Sartre y el existencialismo.


J. P. Sartre es uno de los filósofos más relevantes del siglo XX. Su pensamiento es una de las cumbres del movimiento denominado existencialismo. En líneas generales, la base de esta corriente de pensamiento es la reivindicación de la existencia individual como dato del que partir. Para comprenderlo hemos de tener en cuenta que la cultura dominante hasta entonces era esencialmente racionalista: es decir, pretendía reducir al ser humano (y a la naturaleza) a mera pieza dentro de un mecanismo cuyo funcionamiento se explicaba con leyes lógicas. La imagen del mundo que de ello se derivaba era la de un cosmos frío, en el que los individuos son sólo ejemplares de una especie que pueden ser reemplazados sin que nada se altere. Frente a ello, los existencialistas proponen un pensamiento que parta de la realidad, de lo que observamos, y lo que la realidad nos ofrece es un conjunto de seres singulares, individuales, irrepetibles.

    El pensamiento de Sartre se sustenta en la idea que acabamos de exponer: las cosas que encontramos en el mundo existen. Pero se nos ha enseñado, sostiene él, que no sólo existimos que, además, somos algo. Nosotros, por ejemplo, somos seres humanos. Según Sartre la tendencia a clasificar la existencia en diferentes formas de ser es algo que proviene de nuestra imaginación: encontramos existentes que se parecen y les atribuimos una esencia común, pero en realidad el único dato cierto, indiscutible, es que son existencia; lo demás es producto de nuestra mente.

    Y si lo único real es que las cosas son sólo existencia, no tiene sentido preguntar por qué o para qué existen. Lo único que podemos decir de ellas es que existen: están ahí. Por consiguiente, el mundo es únicamente un fluir de existencias que chocan entre sí sin sentido alguno. Verse a sí mismo y a los demás como simples presencias sin sentido, es algo que produce en el ser humano un sentimiento de repugnancia que él califica como náusea. Y este es, precisamente, el título de una de sus más célebres novelas.

    A continuación, leed el apartado 2 del capítulo 1 del libro. En la próxima entrada os daré algunas sugerencias para la reflexión. Si tenéis alguna duda o no entendéis algo del texto, dejad vuestro mensaje en "comentarios", y me llegará al instante.

martes, 9 de febrero de 2010

Literatura y filosofía



La obra que vamos a estudiar es parte de un proyecto que iniciamos tres profesores de Filosofía: Chiara Stampa, Antonio Gómez, y yo. El propósito inicial era establecer una lectura de los temas que forman parte del currículum de primero de Bachillerato, basándonos en la comparación del tratamiento que de los mismos hacían literatos y filósofos.  El núcleo del trabajo estaba concluido, pero aún faltaban elementos importantes. La distancia hizo que el propósito inicial quedara, de momento, frustrado. No obstante, pensamos que el material ya elaborado debía ser aprovechado. Por ello, decidimos llevar a cabo esta publicación que, aunque no contiene todos los temas que forman parte del curso, sí alberga cuestiones fundamentales. El índice de la obra es el siguiente:




Estudio introductorio.

Capítulo primero: el despertar de las
preguntas.

1 Leopardi. La infelicidad y la nada.
2. J. P. Sartre y la náusea.
3. H. U. von Balthasar. La cuádruple
diferencia.

Capítulo segundo: la naturaleza.
1. Baudelaire y la naturaleza.
2. La naturaleza como voluntad en
Schopenhauer.

Capítulo tercero. El hombre, un ser
híbrido.

1. Eugenio Montale. Entre dos
abismos.
2. Sigmund Freud. El ser humano,
entre el amor y la muerte.

Capítulo cuarto: el problema de la muerte.

1. Simone de Beauvoir y el sentido
de la muerte.
2. A. Camus. La muerte y la
experiencia del absurdo.

Capítulo quinto: la naturaleza del amor.

1. Zola. Pasión y desmesura.
2. Ortega y Gasset: el amor como
perspectiva.

Capítulo sexto: el umbral de la
trascendencia.

1. Novalis. El amor como
trascendencia.
2. Schleiermacher y la conmovida
intuición del Infinito.